Desde heces de cocodrilo a píldoras orales: la historia de los anticonceptivos

Mira su evolución a lo largo de la historia

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historia anticonceptivos

La idea de la concepción como un inconveniente, ya sea por la cultura, religión, edad, disposición de recursos o condición social, no es algo nuevo. Así, desde hace mucho tiempo, evitar un embarazo era un asunto que a más de uno le traía con cuidado.

Sin embargo, muy pocas veces somos conscientes del largo camino recorrido para llegar a nuestro punto actual. Por ello, conozcamos los primeros métodos anticonceptivos ideados.

¿Desde cuándo se usan métodos anticonceptivos?

De manera preliminar, es importante destacar que la naturaleza posee los mecanismos necesarios para asegurar la reproducción y consecuente subsistencia de las especies. En este sentido, se ha valido de todo un proceso diseñado para lograr la reproducción, se trata de la sexualidad instintiva en todas las especies y el placer que genera el coito.

Dicho lo anterior, para realizar las estimaciones sobre el inicio de métodos anticonceptivos, se debe tomar en cuenta que para épocas remotas o prehistóricas, nuestros antepasados requerían urgentemente tener un gran número de hijos. De esta manera, se fortalecía el grupo y lograban contrarrestar la mortalidad infantil, tan elevada para ese momento. Por lo tanto, no parece lógico que la idea de evitar la gestación se originara en ese período.

Ahora bien, una vez que los humanos fuimos capaces de asociar las relaciones sexuales con la gestación, se cree que hemos buscado la forma de separar ambos procesos. Esto, con la finalidad de sólo obtener el placer que ofrece el sexo sin las consecuencias de un embarazo.

Al respecto, toda esta conceptualización sobre el control de la concepción pudo darse hace unos 4.000 años. Así, se han localizado indicios a finales de la edad de cobre o principios de la edad de bronce.

¿Cuáles fueron los primeros métodos anticonceptivos?

Ya sabemos, que este asunto de evitar un embarazo pero disfrutar del sexo no es algo precisamente nuevo. Pero, seguramente nos preguntemos cómo los apasionados de aquellas épocas se protegían.

Coito interruptus

No existe evidencia que nos ubique en el tiempo exacto en el que este método comenzaría a ser utilizado, pero, seguramente es el primero, el más popular y el que aún tiene algunos seguidores. Se trata de la práctica de retirar el pene de la vagina antes de la eyaculación. De este modo, se evita que el esperma entre en contacto con el óvulo.

Papiro de Petri y sus recetas anticonceptivas 

La evidencia escrita más antigua de la que se tiene noticias, que hace referencia a métodos para evitar el embarazo, es el Papiro de Petri, datado cerca del 1.850 a.C. y escrito en Egipto. Su contenido revela varias recetas cuya finalidad era evitar la gestación. Veamos las más resaltantes:

Heces de cocodrilo

La primera de ellas y probablemente la más llamativa, tenía como principal ingrediente el excremento de cocodrilo, el cual debía combinarse con una pasta de hierbas. La sustancia resultante se debía embutir dentro de la vagina de la mujer antes del encuentro sexual.

Con este método, se creaba una barrera ácida que absorbía el semen y en todo caso no permitía a los espermatozoides sobrevivir. Ahora bien, no tenemos evidencia sobre la efectividad de este método.

Miel y bicarbonato

Otra receta contenida en este escrito, consistía en aplicar una mezcla de miel y bicarbonato de sosa natural, en la mucosa vaginal. Esta fórmula menos escandalosa que la anterior, funcionaba como espermicida gracias al bicarbonato.

Papiro de Eber

Es considerado uno de los textos más antiguos, importantes y extenso de la medicina en general. Se estima fue escrito cerca del 1500 a.C., durante el reinado de Amenhotep I, Faraón de la 8ª dinastía. En este se destaca el siguiente método anticonceptivo:

Tapón de hilaza

Como método anticonceptivo, recomendaba usar un tapón de hilaza medicado, mezclado con miel, para ser colocado profundamente en la vagina. Se trata de una barrera que impediría el paso del semen.

Uso de aceites

Ya en Grecia, Aristóteles señalaba que los pueblos estarían destinados a la pobreza si no controlan su población. Por lo tanto, recomendaba remedios para evitar embarazos, a base de aceite de cedro, de oliva o de incienso, los cuales actuarían como barreras que impedirían al esperma penetrar en el cuello uterino, al ser aplicados en la vagina.

Junto a estas recetas que podían resultar efectivas, también se tejían creencias sobre amuletos, maniobras y algunos bebedizos más peligrosos que eficaces. Entre ellos se extendió entre las mujeres de Grecia, que si bebían el agua usada por los herreros para enfriar los metales no quedarían embarazadas; lamentablemente, el plomo las dejaba estériles o sencillamente las mataba.

Otro método totalmente inútil fue el recomendado por el médico griego Sorano de Éfeso. En el siglo II d.C., le indicó a las mujeres que saltaran hacia atrás 7 veces y estornudaran, después de una relación sexual, para evitar un embarazo. Según esto, la fuerza del estornudo provocaría la expulsión del semen del cuerpo de la mujer.

Mercurio en ayunas

En China también se interesaron por evitar los embarazos aunque su método era bastante riesgoso. En el siglo VII, se les indicaba a las mujeres una receta que consistía en freír mercurio con aceite, para después ingerirlo con el estómago vacío.

Por su puesto que no quedaban en embarazo, ya que este preparado venenoso con suerte provocaba esterilidad, pero en muchos casos, una muerte horrible.

El preservativo o condón

Se podría creer que este método eficaz y de doble protección es propio de la época moderna, pero no: ya la idea existía desde hace mucho tiempo. Lo usamos para prevenir contagiarnos de enfermedades de transmisión sexual y evitar embarazos. Además de ello, son económicos y sin efectos secundarios por lo que es el método anticonceptivo más utilizado.

Ya en el Antiguo Egipto, Grecia y Roma, era frecuente el uso de fundas de tela sobre el pene o de vejigas de cabra preparadas de tal manera que pudieran retener el semen. En su momento, estos elementos debían se remojados en agua o leche tibia durante un par de horas para que se aflojaran y pudieran usarse.

Un preservativo más evolucionado, considerado el precursor del condón que conocemos hoy, era una vaina de tripa de animal y lino, la cual era fijada al pene con una cinta. Este método fue perfeccionándose, utilizando elementos que se adaptaran mejor y corrieran menos riesgos de filtraciones.

Finalmente, en el año 1.843 Goodyear y la vulcanización del caucho, aparecieron en la escena incrementando la elasticidad y resistencia.

La pastilla anticonceptiva

Tendríamos que esperar hasta los años 50 del siglo XX para que llegara una respuesta sintética que controlara la ovulación. Es así como en 1951 el científico austrohúngaro Carl Djerassi y el mexicano Luis Miramontes lograron sintetizar el compuesto 19-nor-17 etniltestosterona (conocida genéricamente como Noretisterona), a partir de lo cual se desarrollarían los anticonceptivos de uso oral.

La llegada de los anticonceptivos orales supuso una verdadera revolución para la libertad sexual femenina y su uso sigue creciendo al día de hoy.

Un mundo de planificación familiar

Como pudimos evidenciar, ha sido un recorrido largo y con algunos tropiezos que nos han traído hasta los métodos anticonceptivos de hoy. Todo este proceso ha conllevado a la liberación sexual, especialmente de la mujer, al tiempo que ha permitido establecer los principios de la planificación familiar.

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