¿Qué es lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de personas raras? Tal vez, desde nuestra esfera muy personal, consideramos raras a personas que son totalmente normales al otro lado del mundo. Por tanto, ¿qué determina la rareza de un individuo?, ¿su aspecto, sus costumbres, comportamientos, enfermedades?
Es un tema bastante complicado de delimitar, especialmente en un mundo tan diverso e interconectado. Así que haremos un intento por mostrarles a las personas más “raras” del mundo.
¿Qué se considera una persona rara?
No es sencillo definir qué es raro, sin embargo podemos tomarnos la tarea de intentar averiguar lo que una determinada mayoría consideraría como tal. Esta labor ha sido realizada por algunos investigadores, así que conozcamos lo que tienen que decirnos.
Los rasgos físicos como indicativo de rareza
Iniciemos por lo más sencillo, el aspecto físico. Decimos que es la forma más sencilla de determinar rarezas, porque evidentemente el ser humano tiene una estructura física bien definida. Lamentablemente, muchas personas a lo largo y ancho del planeta se encuentran lidiando con enfermedades poco comunes, las cuales afectan su apariencia y por tanto lleva a muchos a calificarlos de “raros”.
A continuación, algunos ejemplos:
Sampson Berns y la progeria
Progeria, es una enfermedad genética, es decir que se nace con ella. Lo que llama la atención de esta condición es que les da a los niños el aspecto de un anciano. Este fue el caso de Berns al que apodaban “el niño de ochenta años”. Sin embargo, más allá de la apariencia, es una enfermedad que no le da una esperanza de vida a quienes la padecen de más de 15 años.
Es una enfermedad tan rara que sólo siete de cada millón de personas la tienen.
Lizzie Velásquez
Probablemente la hayamos visto en un programa de TV, en el cual se muestra la gran resiliencia de esta mujer decidida a llevar autoestima y empoderamiento a miles de personas. Lizzie nació con dos enfermedades: el síndrome de Marfan, que compromete los tejidos conectivos e incrementa la longitud de los miembros; y lipodistrofia, responsable de una distribución irregular de la grasa corporal.
Jesús Fajardo
Este mexicano, sufre de hipertricosis, enfermedad que hace que su cuerpo esté totalmente cubierto de vello, por lo que se le conoce como “el hombre lobo”.
Arun Raikwar
Este hombre que parece salido de los X-men, puede adherir a su cuerpo cualquier pieza metálica, como si de un imán se tratara.
Los occidentales, ¿las personas más raras del mundo?
Con los anteriores casos sólo estamos cubriendo el aspecto físico de lo que podríamos llamar “raro” y, como pudimos evidenciar, se debe a circunstancias genéticas, sólo azares del destino. Pero, ¿qué hay del comportamiento o de las culturas? ¿Hasta qué punto una conducta es universalmente aceptada?
Puede que la respuesta nos tome por sorpresa.
Si nos detenemos a detallar las investigaciones de índoles sociales, culturales o psicológicas que se nos crucen, podremos observar que la gran mayoría de los sujetos estudiados pertenecen a países occidentales industrializados. Así, al momento de realizarse estudios que buscan identificar rasgos humanos universales, vemos que toman como muestra a individuos estadounidenses o europeos. Los resultados que se obtienen en estos estudios, suelen generalizarse para el resto de los seres humanos.
Pues bien, en un intento por disminuir o corregir este sesgo, se han realizado las mismas investigaciones, pero ampliándolas a diferentes culturas. Asimismo, se evita generalizar los datos obtenidos.
Con estas modificaciones, los resultados anteriores han cambiado drásticamente. De hecho, se ha concluido que los datos anteriores no solo no pueden generalizarse sino que, la psicología de los occidentales es “rara”. El término en inglés sería weird, o sea, diferente al resto, lo que les convierte en las personas más raras del mundo.
La psicología weird
El término weird, se ha utilizado como un acrónimo que describe las características de la cultura: Western, Educated, Industrialised, Rich, Democratic (occidental, educado, industrializado, rico y democrático).
Lo que describe a los occidentales como personas con rasgos individualistas, más alejados al círculo familiar, vecinal o clan y mayor disposición a relacionarse con individuos de otros círculos sociales, vinculados por la profesión, ideología u otro tipo de lazo.
De igual modo, dan gran importancia a sus logros personales, piensan de forma más analítica, dando gran valor al libre albedrío y se comprometen con leyes o principios de justicia universal.
Los valores de la mayoría de las culturas
La sorpresa de lo anterior viene dada porque la gran mayoría de las culturas no occidentales promueven otros valores. Es así como frente al individualismo del occidental, el resto promueve el colectivismo, por lo que existe una mayor identificación con la familia, la tribu, el clan o el grupo étnico.
Por su parte, el nepotismo es completamente natural, casi visto como un deber. Al tiempo que poseen un pensamiento más relacional y holístico, por lo que se sienten responsables de la actuación de su grupo.
¿A quiénes consideran los occidentales como “raros”?
Ahora que sabemos que como occidentales probablemente somos de los más raros del planeta, pues tal vez nos pensemos dos veces antes de decir que otros son peculiares. Sin embargo, otros investigadores han tratado de averiguar qué es lo solemos entender por rareza.
De este modo, los investigadores determinaron que cierto nivel de alerta se despierta en nosotros cuando se detecta algo impredecible o fuera de norma. En este caso, nos estaríamos refiriendo a una persona cuyos patrones de comportamiento, características físicas o reacciones son poco comunes, inestables o que quebranta las normas sociales aceptadas. Por ello, nos sentimos incómodos, e incluso podemos sentir algún tipo de peligro.
Algunos de estos rasgos inusuales serían: una persona que invade el espacio personal de su interlocutor. También aquellos que posean una sonrisa peculiar, bien por estruendosa o algo similar. De mismo modo, la mayoría de los entrevistados concordaron que ven con cierta sospecha a quienes llevan el cabello desordenado o tienen una piel muy pálida, sin olvidar a los excéntricos en su vestimenta.
Estos son algunos aspectos superficiales pero que bastan para que alguien sea calificado de “raro”.
