¿Te has preguntado de qué está hecho el ser humano?

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composición humana

A lo largo de nuestra historia como especie, nos ha preocupado nuestra existencia. Preguntas como: de dónde venimos, a qué debemos nuestro origen o Hacia dónde vamos, nos han intrigado y nos siguen ocupando en la actualidad.

Sin embargo, muchos deseamos ser más que materia, pero sin olvidarnos de que ciertamente nuestro cuerpo y su composición deben tener elementos básicos, es decir, una materia prima. Conozcamos qué dice la ciencia.

La materia prima de los humanos

Si observamos nuestro cuerpo, podemos distinguir distintas estructuras, pero saber de qué se compone cada una de ellas no es tarea sencilla para ninguna de nosotros. Es por ello, que acudiremos a los científicos para que nos expliquen de qué estamos hechos.

Lo primero que nos dice la ciencia es que estamos compuestos de átomos, éstos se unen o combinan de diversas maneras para crear moléculas y de estas moléculas están formadas las células. Estas células, a su vez, son capaces de organizar la administración de energía para mantenerse vivas, a través de los nutrientes con los que nos alimentamos, con los cuales realizan sus funciones o generan una célula hija.

Ahora bien, la gran interrogante es de qué están hechas estas estructuras más pequeñas, es decir los átomos. La ciencia de nuevo nos responde de forma bastante clara, pues resulta que nuestro organismo, se conforma básicamente de 4 partículas, a saber, carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.

Sí, también nos ha sorprendido que sólo se trate de 4 tipos de partículas, pero lo cierto es que aproximadamente el 96% de nuestro cuerpo está hecho de estos elementos. Es a partir de la combinación de estos átomos que se crean las moléculas, sean éstas de proteínas, grasas o carbohidratos.

¿Somos polvo de estrellas?

Es probable que hayas escuchado esto en algún momento, y no es tan exagerado como puede pensarse, realmente estamos hechos de estrellas y ya explicaremos cómo es eso posible. Estos átomos de hidrógeno, carbono, oxígeno y nitrógeno, son bastante antiguos, incluso de un tiempo anterior a la existencia de la tierra y de la vida en ella.

Iniciemos con la historia del más antiguo de los elementos antes señalados, como lo es el hidrógeno. Nos señalan los expertos que éste se formó poco después del Big Bang, de hecho es el elemento más sencillo y abundante que se puede encontrar en el universo, y no es para menos ya que con él se formaron las estrellas. Por algo es el elemento número uno de la tabla periódica.

Una vez en las estrellas, el hidrógeno se fue transformando en toneladas de otros elementos.

Así, lo que ahora somos, se produjo hace miles de millones de años cuando una estrella (en realidad múltiples estrellas) explotó, momento en el cual esparció todos los elementos que había formado en su interior. De esta manera, partículas de oxígeno, carbono, oro, plata, zinc, cobre, aluminio y mucho más, viajaron por el universo hasta que se agruparon formando los planetas, por su puesto uno de ellos fue nuestro hogar, la Tierra.

Con este recorrido, los expertos nos indican que cada átomo en nosotros vino de diversas explosiones de estrellas al inicio de todo. Por lo tanto, los átomos que nos componen han estado componiendo a otros seres vivos antes que a nosotros, como por ejemplo árboles, perros, insectos, etc. En consecuencia, podría afirmarse que los mismos átomos estuvieron en los dinosaurios y bacterias.

Más elementos se incorporan

Es claro que no sólo estamos compuestos de 4 elementos. Pero, llegados a este punto, sigue siendo bastante sorprendente que seres tan complejos como los humanos, cuyos cuerpos funcionan como una máquina perfecta que sincroniza varios sistemas, sea posible contabilizar el 99,95% de su peso con solo siete elementos.

Comencemos a contabilizar por lo que representa el mayor porcentaje de peso, el agua. Muchas veces nos habrán dicho que nuestro cuerpo está conformado principalmente por agua. Pues no se trata de un simple decir popular, nuestro organismo se encuentra formado por células llenas de agua. Tan es así, que alrededor del 60 por ciento de nuestro cuerpo es agua, incluso aquellas estructuras tan sólidas como los huesos se encuentran compuestos de aproximadamente un 30% de agua.

Ante estos números, el hidrógeno y oxígeno, átomos de los que se compone el agua, serían los elementos más presentes en el cuerpo. A estos debemos añadir, tal como ya lo habíamos señalado, el carbono, átomos que por cierto pesan 12 veces más que los de hidrógeno.

Teniendo lo anterior en cuenta, el peso podría establecerse de la siguiente manera: 65% del peso sería oxígeno, 18% de carbono y 10,2% de hidrógeno. Además, contamos con una cantidad pequeña de nitrógeno, que alcanza el 3,1% del peso corporal, el calcio necesario para los huesos aporta sólo un 1,6%, mientras que elementos como el fósforo representa un 1,2%, el potasio apenas un 0,25%, mientras que el sulfuro y porcentajes mínimos de sodio, magnesio y cloro, completarían ese 99,95%.

El vacío como parte de nosotros

Todo lo que hemos explicado hasta ahora, ha sido desde el punto de vista físico y químico. Sin embargo, los especialistas señalan que existe un componente muy importante pero que queda fuera del análisis, el vacío o la nada.

Parece un poco descabellado que podamos estar hechos de nada, pero ciertamente el vacío, es una parte importante de lo que nos compone. Si se toma como ejemplo a un átomo de hidrógeno, el más simple en nuestro cuerpo, a una escala submicroscópica, podría identificarse en su centro un protón.

Asimismo, a su alrededor, estaría un electrón, pero rodeados de nada. Este aspecto es tan relevante que se ha determinado que en un átomo de hidrógeno el 99,9999999999996% es espacio vacío. Es decir, en la misma proporción los seres humanos seríamos un gran vacío consciente ¡Simplemente increíble!

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