¿Te gustan los chistes? Conoce cómo se originaron

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origen del chiste

Cómo serían las reuniones entre amigos y familiares, sin ese invitado al que se le da muy bien contar chistes. Seguramente, sería aburrida o le faltaría esa chispa. Porque si algo es seguro, es que el buen humor hace agradable cualquier ambiente y una de las mejores formas de exponerlo es a través de esas historias jocosas.

Sin embargo, ¿se han preguntado alguna vez cuándo se contó el primer chiste? ¿De qué se trataría?

Teorías sobre el origen de los chistes

Aunque nos parezca un asunto de mera curiosidad sin mayor trascendencia, lo cierto es que han existido muchas personas que han planteado posibles orígenes de los chistes. Sí, de hecho hay algunas hipótesis muy locas (¿o no?). Por ejemplo, unas que dicen que los chistes son inventos de extraterrestres, otras que son producto de una orden secreta.

Pero por ahora, nos limitaremos a lo que han señalado algunos expertos, uno de ellos, Juan José Prat, un afamado folklorista y filólogo. Según este especialista, la respuesta es mucho más sencilla y nos señala que en realidad los chistes no son más que inventos de las personas, aunque no de una sola y ya, sino que al particular ingenio de una persona se le van sumando elementos que al final dan como resultado una elaboración colectiva.

Por lo que este experto ha investigado, en realidad los chistes son muy antiguos. Incluso aquellos que suenan modernos, son realmente alguna variación de chistes de muy larga data.

Los primeros chistes de la humanidad

Poder establecer con exactitud el primer chiste de la historia humana es algo ambicioso, y probablemente imposible. Pero esto no ha impedido que algunos se hayan dado a la tarea de indagar al respecto. Así, nos señala Prat que los primeros chistes pueden encontrarse en el imperio romano, siendo más bien relatos cortos que narran un evento de la vida diaria, al que cerraban con una situación jocosa.

Asimismo, se ha establecido que este tipo de historias graciosas eran usadas por el sofista Ateneo. Por su parte, Plauto, en el siglo II a. C., hacía mención a unos libros de chistes.

No obstante, las primeras referencias de las que tenemos noticias datan del año 1900 A.C. Esto lo ha indicado una investigación de la Universidad de Wolverhampton (Gran Bretaña). El estudio se llevó a cabo atendiendo a los beneficios que el buen humor reporta para salud, en donde no dejó de causar intriga el origen de esos episodios que tanta gracia nos causan.

Sobre este particular, llama increíblemente la atención, no sólo la antigüedad del chiste, sino también su contenido. El mismo, es sobre las flatulencias de una mujer en el regazo de su marido.

«Algo que nunca ha ocurrido desde tiempos inmemoriales: una mujer joven no se ha tirado un pedo en el regazo de su esposo«.

Lo que nos lleva a pensar que no se diferencia mucho de algunos chistes actuales, a pesar de la distancia temporal.

¿Quiénes son los más ingeniosos para crear chistes?

Si bien la mayoría de los antropólogos y demás expertos están claros en que los chistes son invención de humanos corrientes, se ha analizado qué grupo de personas tienen más facilidad para crearlos; ello, dado que, nos guste admitirlo o no, eso de los chistes no se nos da bien a todos.

Al respecto, una de las primeras teorías serias, y que obtuvo en su momento bastante aceptación, es que los chistes se originan en sitios de trabajo que aglomeran mucho personal, por ejemplo las grandes fábricas. Otra característica de este grupo de personas es que se dedicarían a trabajos manuales y repetitivos, lo que les dejaría espacio en sus mentes para ser ingeniosos.

Otros simplemente señalan que, para que este tipo de historias nazcan por lo general se reúnen personas en un ambiente de amistad, familiaridad y además en momentos de ocio y distracción. Así, cualquiera de nosotros podría tener un momento de gran ingenio al tomar un par de copas con amigos o familia.

Además, no podemos perder de vista la vida misma pues, sin duda, de muchas de nuestras vivencias cotidianas podrían originarse cientos de chistes. Y si nuestra vida no es tan acontecida, algún político, celebridad o evento nos darán el tema perfecto para convertirlo en un muy buen chiste.

¿Existen muchos chistes?

A propósito de cientos de chistes, si éstos son tan antiguos, a estas alturas deben existir muchísimos, tantos que no podrían contabilizarse. Pero una vez más nos equivocamos: la verdad es que, gracias a diversos experimentos, donde se han solicitado chistes a personas de todas partes del mundo o cuando se consulta viejos libros de chistes, se evidencia otra cosa.

En realidad, se trata de los mismos que se van modificando según la época y la idiosincrasia de cada población, pero en esencia son los mismos.

Los chistes y la tecnología

Los chistes nos hacen pasar un buen rato, rompen el hielo y hasta pagamos para que nos lo cuenten. Por lo tanto, es bastante probable que sigan produciéndose o modificándose para adaptarse a nuevas realidades. Ahora bien, en la actualidad con las redes sociales y las facilidades tecnológicas los chistes como los conocemos probablemente deban cambiar.

Por su puesto que seguirán siendo parte de una agradable conversación, pero en más de una oportunidad, en lugar de un chiste, nos veremos diciendo “tal como dice el meme”. Pues sí, los memes se han convertido en grandes competidores para los tradicionales chistes.

Un meme, esa foto o dibujo y el pequeño texto que lo acompaña, desata muchas carcajadas, y ha llegado para hacernos las cosas más visuales o para hacernos sentir incluido en un grupo de personas a las que le suceden las mismas vicisitudes que a nosotros.

En definitiva, esperamos que esas chispas de ingenio continúen brillando para ofrecernos un rato de buen humor.

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