Implantación de chips en el cuerpo humano. ¿Realidad o ficción?

El transhumanismo sigue sus avances

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chips en seres humanos

La tecnología avanza y cada vez son más difusas las líneas que separan la ciencia ficción de la realidad. No obstante, nuestros cuerpos parecen quedarse atrás o, visto de otra manera, evolucionamos muy lento. Por ello, no resulta descabellado que ambiciosos proyectos tecnológicos busquen fusionar nuestro cuerpo y mente con las máquinas.

El camino para esta “actualización”, lo podría estar iniciando la implantación de chips, veamos de qué se trata.

¿De qué se trata la implantación de chips en seres vivos?

Realmente esto no es algo precisamente nuevo, para comenzar hace mucho que escuchamos de la implantación de chips subcutáneos en mascotas. Estos tienen la finalidad de localizar a los dueños de una mascota perdida con sólo un escaneo. Así, lejos de lo que normalmente se cree no se trata de un rastreo GPS, el chip sólo contiene un código con la información de contacto.

Ahora bien, algo similar se ha desarrollando para humanos. La diferencia es que las informaciones almacenadas en el chip serán contraseñas de accesos o pago y uno que otro comando para aquellas aplicaciones que trabajen con esta tecnología.

Los chips subcutáneos, trabajan con las conocidas ondas NFC y RFID, utilizadas por nuestros teléfonos móviles y tarjetas de acceso, con la novedad de que se tendrán siempre a la mano. Esto último es literal, pues el chip se implanta entre los dedos índice y pulgar en la tercera capa de la piel.

Para el correcto funcionamiento de estos chips, deben contar con al menos 10 milímetros de largo y 2 de ancho. Para hacernos una idea, son del tamaño de un grano de arroz. Asimismo, para su implantación, se requieren jeringuillas de unos 5 milímetros de diámetro.

Por muy extremo que pueda parecer implantarse la información que nos da acceso a un edificio, o que nos permite pagar un ticket de tren, lo cierto es que tal como lo hemos resaltado en otras oportunidades, en países como Suecia, es algo bastante común. Y como Suecia, otros países europeos y EE.UU. se están uniendo con más fuerza a esta tendencia.

¿Para qué sirven en la actualidad?

Tal como lo indicamos, en la actualidad los chips subcutáneos pueden permitir que su portador abra cerraduras electrónicas o acceda a su ordenador sin necesidad de introducir claves.

De igual modo, podrán servir como tarjeta de membresía cuando determinada empresa decida usar este método. En algunos casos, donde se han popularizado más, incluso se pueden pagar ciertos servicios.

Básicamente, las funcionalidades de estos chips en la actualidad no difieren mucho de lo que ya podemos hacer con nuestros móviles o con una tarjeta de acceso o de crédito. Pero, no se puede negar que son un paso que abre camino a infinidad de posibilidades.

Escepticismo o desconfianza hacia la implantación de chips

Como es normal, ante los avances de la ciencia y la tecnología, existe un grado importante de resistencia y desconfianza ante la implantación de chips.

Por una parte, numerosos grupos creyentes de teorías conspirativas afirman que las grandes corporaciones buscan implantar estos dispositivos con el fin de tener identificada a toda la población. Ello, a los fines de facilitar el control gubernamental e incluso crear una data para fines poco éticos.

Por otro lado, están quienes no se oponen a la implantación exactamente, pero sí ven grandes vulnerabilidades de seguridad. Especialmente, si a futuro se espera hacer de estos chips los custodios de información personal, financiera y médica.

Para hacer frente a estos argumentos, los expertos señalan que estos sistemas son tan seguros como los utilizados en las tarjetas de crédito o la de nuestros móviles a la hora del pago sin contacto. Aunado a ello, para su escaneo se requiere estar muy cerca del lector y saber exactamente donde escanear.

En cuanto al dominio sobre las poblaciones, ciertamente no existe aún una tecnología que permita la implantación de un chip de manera imperceptible. Por ejemplo, durante una vacunación masiva, tema éste de vital importancia en plena pandemia, sería imposible implantar un chip.

Sobre este particular, y a modo de ejemplo, los teléfonos móviles pueden representar un riesgo de vulnerabilidad a la privacidad más palpable y los llevamos a todas partes sin oponer resistencia alguna.

¿Qué podemos esperar de estos chips a largo plazo?

Como se puede evidenciar de todo lo anterior, estos chips apenas se están desarrollando. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que se generen verdaderos proyectos que podrían revolucionar el mundo como lo conocemos al día de hoy. Proyectos que apuntan al transhumanismo, con la idea del mejoramiento y perfeccionamiento del ser humano

El más destacado de estos proyectos es el conocido, Brain-Computer Interface (BCI) (Interfaz Cerebro-Ordenador). Su objetivo es, nada más y nada menos, conectar nuestro cerebro a las máquinas. La idea inicial es dirigir los esfuerzos hacia el área médica, donde estos chips podrían corregir lesiones neurológicas. Todo esto con la expectativa, que incluso ya no se necesiten con fines médico sino para mejorar la capacidad de nuestros cerebros.

Las empresas están invirtiendo fortunas en esta tecnología 

Una de esas empresas, que en estos precisos momentos están invirtiendo millones de dólares en esto es Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk. El dispositivo que esperan desarrollar cuenta ya con una apariencia definida en forma de moneda. La cual se incrustaría en el cráneo permitiendo la comunicación con el cerebro.

Este dispositivo sólo se ha probado en cerdos, pero ya tienen autorización para iniciar pruebas en humanos. Según la empresa, con la ayuda del chip se podrán combatir problemas como la pérdida de memoria o accidentes cerebrovasculares. Al mismo tiempo, serviría para mantener al usuario informado, en tiempo real, sobre su condición.

Tal como podemos observar, el transhumanismo está cada vez más cerca de perfeccionarse. Es claro que existen muchos obstáculos que sortear, pero los esfuerzos por mejorar la condición del ser humano se están llevando a cabo y probablemente la respuesta venga en algo del tamaño de un grano de arroz o una moneda.

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