¿Existe la magia? Conozcamos el mundo de los Faquires

¿Qué es un faquir?

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qué es un faquir

A pesar de la modernidad y sus avances tecnológicos y científicos, lo místico, mágico y extraordinario sigue atrayéndonos hoy, tanto o más que a nuestros antepasados. Por ello, cuando se nos presenta una persona con dotes más allá de lo común, simplemente caemos en una fascinación inmediata.

Forman parte de este mundo misterioso, los llamados Faquires. Pero, ¿quiénes son, cómo logran sus hazañas?, a continuación conoceremos un poco más sobre ellos.

¿Qué es un Faquir?

Iniciemos por conocer el origen de este término. Realizando un poco de investigación, conseguiremos que la palabra faquir es de origen árabe y significa “pobre o el que necesita”. En este sentido, se utiliza para describir a un asceta (persona que, mediante un estilo de vida austero, busca la perfección moral y espiritual) que para lograr resistencia física y mental se somete a su cuerpo a prácticas de mortificación.

Las más famosas de estas prácticas son: acostarse en camas de clavos, caminar sobre brasas ardientes o realizarse perforaciones en su cuerpo, y la infaltable, tragar dagas o espadas. Todo ello, sin sufrir daños o dolor aparentes.

Pero, debemos profundizar un poco más sobre estas personas y no quedarnos sólo con el espectáculo antes descrito. Así, debemos señalar que en los países árabes, se les denominaba faquir a un religioso mendicante, es decir, alguien que había renunciado a las posesiones materiales y vivía de limosnas. Esto, para alcanzar un camino espiritual. No obstante, este tipo de “monjes”  no realizaban las actuaciones antes señaladas.

Por su parte en la India, a estos religiosos se les llama sadhus, y en su camino de gran austeridad y penitencia para alcanzar la iluminación, sí desarrollan estas prácticas que buscan llevar a su límite al cuerpo. Pues para ellos, el único objetivo es conocer el samadhu, es decir, controlar el cuerpo y la mente y poner fin a la cadena de sucesivas reencarnaciones para llegar a la unión perfecta con Brahma.

Fueron los europeos quienes llamaron faquir a ambos grupos de religiosos de forma indistinta, y así los conocemos en occidente.

Finalmente, otra connotación del término faquir, es la visión occidentalizada, siendo entonces aquellos hombres del espectáculo circense que tragan espadas y escupen fuego para el entretenimiento de las multitudes.

Características de un verdadero faquir

Ahora bien, de las acepciones antes mencionadas haremos referencia aquí al faquir espiritual, que es considerado como un santo en la tradición de la India. Esos seres que tras duras pruebas y un entrenamiento exigente consiguen el control total de su cuerpo, a tal punto que disminuyen significativamente la sensación de dolor.

Estos faquires llevan una vida de oración y un estilo de vida de gran austeridad. De esta manera, prácticamente viven de las limosnas que reciben por la ejecución de estos actos de mortificación.

Además de lo anterior, un faquir se caracteriza por su increíble resistencia mental y física. A través de la meditación constante y una preparación difícil, tanto física como mental, el faquir busca la iluminación. Para este importante camino, deja de lado los bienes materiales y los placeres de la vida, sin apartarse de la sociedad. En este orden de ideas, son respetuosos de toda vida sin importar del ser que se trate.

Por todo esto, en la antigüedad y aún en la actualidad un faquir evoca una vida mística, siendo venerados como verdaderos santos hacedores de milagros.

Los faquires suelen ser fáciles de distinguir entre una multitud de personas, especialmente si pensamos en la India donde las multitudes son lo normal. La mayoría sólo visten un taparrabo, otros además van cubiertos de cenizas y, por supuesto, son bastante bajos en peso. Se trasladan de pueblo a otro donde hacen milagros, curan a otras personas y necesariamente entretienen al público.

¿Qué clases de hazañas realizan los faquires?

Tal como lo hemos mencionado son resistentes al dolor y lo demuestran en sus actuaciones, pero hay mucho más. Según la tradición hindú y musulmana, estas personas son capaces de llevar a cabo ayunos prolongados, de incluso varias semanas (de ahí su bajo peso).

Se dice que son telépatas, por lo que sabrán el pensar de otros. Asimismo, son capaces de levantar sus cuerpos en el aire, o sea, podrían levitar e incluso hay quienes afirman que pueden estar simultáneamente en dos lugares al mismo tiempo, que se conoce como desdoblamiento. También, se cuenta entre sus increíbles aptitudes que podrían entrar en contacto con los espíritus de los difuntos.

Por otro lado, durante sus exhibiciones, son capaces de caminar descalzos sobre brasas ardientes y no sufrir quemaduras. Pueden tragar espadas, sin sufrir lesión alguna. Otros son perforados por ganchos y agujas y nunca sangrarán. Por su parte, otros parecen descansar plácidamente en una cama de clavos.

Resulta interesante que en la ciudad de Ajmer, en Rajastán, se lleva a cabo un festival que reúne desde el siglo XII a miles de faquires, en una conmemoración al santo Khwaja Chishti Moinuddina. En el mismo, hacen gala de todas estas prácticas, resaltando el hecho de que se pueden presentar niños de edades muy tempranas ejecutando estos peligrosos actos.

Faquires en occidente

Definitivamente, la cultura occidental sólo captó la parte espectacular de los faquires. El acto de tragar dagas, caminar sobre vidrio roto y salir ilesos sin dudas atrae a los más curiosos. Estos son los magos o el entretenimiento de muchos circos a los que los fenómenos de este tipo no les pueden faltar.

Incluso, podemos contratar los servicios de faquires profesionales para nuestros eventos. Claro, es de tener presente que estos profesionales nada tiene esto que ver con el misticismo religioso que tiene en Asia esta figura.

Falsos faquires

Todas estas hazañas requieren un entrenamiento arduo y constante, pero lamentablemente han sido muchos los que se aprovechan de sus habilidades sólo para engañar. Sí, nos referimos a esos falsos gurús que prometen a sus seguidores la realización de milagros a cambio de ciertos favores o sumas de dinero.

Evidentemente, estos personajes no viven exactamente una vida austera y sólo esperan sacar ventaja de las creencias de sus víctimas. Otros sólo lo hacen por la fama, aunque ésta también tiene sus prerrogativas.

En todo caso, ahora sabemos que un faquir es mucho más que un simple traga espadas. Por el contrario, se trata de personas verdaderamente encaminadas a la iluminación, dirigida a la perfección del alma, con total desapego a lo material y terrenal.

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