¿De dónde venimos?

Cuál es la verdad sobre el origen del hombre

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creación del hombre
En la obra, "La creación de Adán" de Miguel Ángel, el científico Frank Meshberger determinó que la cúpula que cubre a Dios y sus ángeles es en realidad la representación del cerebro humano. ¿Acaso es la representación de que la creación está en el cerebro del hombre?

Conocer el origen del hombre es uno de los enigmas más fascinantes y controvertidos de la humanidad. Distintas posturas basadas en creencias, leyendas o teorías científicas se han atribuido el conocimiento del inicio de la especie humana, fenómeno también conocido como antropogénesis.

Varias de estas corrientes han tenido considerable aceptación; sin embargo, la visión religiosa basada en la creencia divina ha tenido mayor predominio durante gran parte de la historia. No obstante, la visión científica ha ido ganando terreno en virtud del continuo avance de la ciencia y a su afán de demostrar que la especie humana es una más de la evolución biológica. En cualquier caso, hasta el momento no existe ningún acuerdo entre estas ideologías.

Según la antropología el hombre actual es producto de la evolución

Las excavaciones antropológicas actuales cuentan con mejores herramientas tecnológicas que parecieran dar pasos firmes sobre la teoría de la biología evolutiva.

La base de esta postura es el conocimiento biológico, la cual a su vez ha dado paso a otras corrientes. Se ha considerado que el inicio de esta disciplina se remonta al año 1859, una vez que fue publicado el libro de Charles Darwin, titulado “El origen de las especies”. La idea contenida en esa obra es que la evolución de las especies se produjo mediante cambios graduales que requirieron de muchos años entre cada período, debido a la adaptación que tales especies han tenido que vivir por los cambios que igualmente ha sufrido el ambiente.

Posteriormente, para el año 1871, fue publicada dentro de la estructura darwiniana otra obra invaluable y que ha sido el eje de innumerables debates, esta es “El origen del hombre”, en el que se concibe la teoría de la pertenencia de la especie humana al reino animal, vinculada con los primates.

Esta postura es una de las más sólidas a nivel mundial y su principal fuente de atención es la descripción gráfica de cómo ha cambiado paulatinamente la vida del hombre en este planeta. Es decir, en esa obra se trata de analizar la construcción del cuerpo humano, analizando los cambios progresivos sufridos por nuestra especie, desde un primate hasta la idea del hombre que concebimos actualmente.

Así pues, la antropología con la paleontología, la biología molecular y la estructura del genoma, han reforzado con sus investigaciones esta idea y han procurado desmontar el pensamiento religioso basado en la inmutabilidad del hombre, excluyendo cualquier proceso creacionista y proponiendo una concepción evolucionista acerca de quiénes somos y de dónde venimos.

La Teoría de Mendel

En conjunto con las teorías evolucionistas, se ubica la Teoría de Mendel, conocida también como leyes de Mendel, referidas a la herencia genética, cuya concepción se basa en combinar los genes con el carácter dominante recesivo. Esta inicia con los trabajos de Gregorio Mendel, presentados en 1865, publicados en su obra “Experimentos sobre hibridación de plantas”.

Teoría de Lamarck

Otra postura que nace de la doctrina evolucionista y que se disocia en parte de la creencia divina como guía del proceso, es la expuesta en 1809 por Lamarck, en su obra “Filosofía zoológica”. El lamarckismo en realidad antecede a la teoría de Charles Darwin y acepta en principio que existe una creación espontánea, probablemente con injerencia divina, sin embargo, fue a través de la evolución que aparecieron las distintas especies o formas de vida sin la intervención de ningún Dios.

Las religiones mayoritarias apuntan a la creación

El creacionismo o la teoría creacionista se soporta en la fe. En ese contexto, se sostiene que el hombre fue creado por un Dios o por varios Dioses, lo cual dependerá de las distintas posturas religiosas.

En este sentido, las tres mayores religiones monoteístas (cristiana, judía e islámica) tienen una postura, en ocasiones incluso dogmática, sobre la intervención divina en la creación y evolución del hombre, descartando, en la mayoría de las ocasiones, la vinculación del hombre del reino animalia.

Teorías eclécticas del origen del hombre dentro de la religión

Si bien las visiones religiosas y científicas difieren sustancialmente y existen autores que descartan en lo absoluto alguna relación, se encuentran igualmente estudiosos del tema que apuntan hacia la compatibilidad de ambas posturas.

En tal sentido, señalan que el enfoque divino no descarta la presencia de elementos biológicos desde el ámbito científico que cambian con el tiempo.

¿Qué nos dicen las creencias populares sobre el origen del hombre?

Existen distintas tradiciones que mezclan incluso lo religioso con el mito de la creación. La mitología pretende ayudar con la comprensión del origen de la humanidad, como el mito de Prometeo considerado inmortal y que modeló al hombre con arcilla mientras que Atenea con un soplido dio vida al barro.

Otras creencias populares aluden a las hierbas de las cuales surgió el hombre. En cualquier caso, muchas de estas creencias populares se han apartado de las ideas dominantes, considerando su propia cultura y condiciones de vida.

La historia entra en juego

Fascinantes hallazgos de evidencia del origen de la humanidad han surgido gracias a la tecnología. En este sentido, se han obtenido muestras de que el hombre ha vivido diferentes facetas de su estado evolutivo, el cual ha cambiado con el tiempo producto de factores externos como el clima.

Así, restos de fósiles encontrados en zonas de África, herramientas de piedra descubiertas en China o utensilios hallados en Dmanisi, Georgia, sugieren que la presencia de humanos primitivos o cercanos, existían desde hace más de 2,12 millones de años.

¿Cuál es la verdad sobre nuestro origen?

La historia ha demostrado que aún no hay acuerdos definitivos sobre el origen del hombre. Incluso la ciencia deja espacios de incertidumbres ante respuestas parciales y factiblemente controversiales.

Por su parte la religión, basada en las creencias, se desconcierta ante descubrimientos antropológicos o científicos que contrastan sus enseñanzas, no obstante, sigue llevando la batuta en cuanto al conocimiento del creacionismo.

Sin dudas, se denota interminable este estudio, salvo que la modernidad nos empuje a un conjunto de nuevas creencias comprobables y ciertas.

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