A lo largo de la historia de la humanidad, las personas de diferentes culturas han desarrollado diversas creencias y costumbres. Entre ellas, y por su complejidad y abundancia de información, las culturas egipcia y griega tienen mucho que ofrecer y es precisamente en estas culturas en donde encontramos al enigmático Corpus Hermeticum.
¿Qué es el Corpus Hermeticum?
El Corpus Hermeticum es un conjunto de textos antiguos que reúnen la sabiduría egipcia-griega del siglo II o incluso anterior.
En su gran mayoría está formada por diálogos en los que un maestro, identificado como Hermes Trismegistus, enseña o brinda su iluminación a un discípulo. En los textos se habla sobre temas muy variados, pero la mayoría tratan sobre lo divino, la mente, la naturaleza, el cosmos y la astrología.
El mismo está compuesto por dieciocho tratados separados que desempeñaron un papel fundamental en el desarrollo de la filosofía de la alquimia y el hermetismo. Para algunos estudiosos es la base de una filosofía alquimista de la naturaleza.
Hermes Trismegistus
Hermes Trismegistus (que significa «Hermes el tres veces grande»), fue una deidad de la religión helenística que nació a través de un sincretismo del dios egipcio Dyehuty (Tot en griego) y el dios heleno Hermes. Con el tiempo algunos escritores herméticos describieron a Hermes Trismegisto como rey, profeta, médico y filósofo; además se le atribuye la autoría de los escritos que componen el Corpus Hermeticum.
Para algunos historiadores, recibía su nombre de “tres veces grande”, porque era el filósofo más grande, el sacerdote más grande y el rey más grande. Pero la enciclopedia bizantina Suda del siglo X dice claramente que era llamado Trismegisto debido a su alabanza hacia la trinidad.
Textos del Corpus Hermeticum
Los textos reunidos tratan sobre temas filosóficos como el pensamiento simbólico; el hombre como símbolo del mundo; la complementariedad de los contrarios; el anima mundi; la teoría de las correspondencias entre niveles; la meditación como técnica de ascensión de la mente individual a la región de la Gran Mente y la vida como transmutación personal.
Es un compendio de dieciocho textos que llevan por título:
I – Poemandres, el pastor de los hombres
II – El sermón General
III – A Asclepio
IV – El sermón sagrado
V – La Copa o Mónada
VI – Aunque el Dios inmanifiesto es el más manifiesto
VII – Solo en Dios es bueno y en otra parte en ninguna parte
VIII – El mayor mal entre los hombres es la ignorancia de Dios
IX – Que ninguna de las cosas existentes perezca
X – Sobre el pensamiento y el sentido
XI – La clave
XII – Mente en Hermes
XIII – Acerca de la mente común
XIV – El sermón secreto de la montaña
XV – Una carta del tres veces grande Hermes a Asclepio
XVI – Las definiciones de Asclepio al rey Ammón
XVII – De Asclepio al Rey
XVIII – El Encomio de los Reyes
Historia antigua
Estos textos de origen egipcio-griego se basan en la unidad y la bondad de Dios. A su vez, buscan la purificación del alma, defienden las prácticas religiosas como la veneración de imágenes y tienen como finalidad el renacimiento espiritual del hombre a través de la iluminación de la mente.
Por su parte, los historiadores no están completamente de acuerdo en cuanto a la fecha en que fueron escritos los textos del Corpus Hermeticum, pero la mayoría coincide en que fueron redactados entre los siglos I y III de nuestra era.
Durante el Renacimiento, los estudiosos creían que se originaron en el antiguo Egipto e incluso en la actualidad algunos eruditos sostienen que datan del período faraónico.
Sin embargo, en el año 1945 se descubrieron varios textos herméticos que formaban parte de la biblioteca gnóstica en Nag-Hammadi en el Alto Egipto. Estos textos datan de mediados del siglo IV d.c., y, según los expertos, son traducciones del griego del texto original. Por ello, autores como R. Reitzenstein y T. Zieliński sugieren que, junto con la aparición en Egipto de los Libros Herméticos, apareció un nuevo dios y se estableció el hermetismo como una nueva religión.
Muchos años antes del descubrimiento de la biblioteca de Nag Hammadi, el erudito Isaac Casaubon (1559-1614) sostuvo que algunos textos (sobre todo aquellos que trataban de filosofía), utilizaban un vocabulario demasiado “reciente o moderno”, señalando con ello que no correspondían a un período tan antiguo.
Los helenismos propios del idioma apuntan discretamente a un origen de la era griega y no egipcia. Sin embargo, en el siglo XVII el erudito Ralph Cudworth, dijo que el argumento de Casaubon solo podía aplicarse a tres de los tratados contenidos en el Corpus Hermeticum y no a todos los textos.
Historia posterior
Aunque muchos textos herméticos se perdieron en la cultura occidental durante la Edad Media, gran número de ellos fueron redescubiertos en copias bizantinas y popularizados en Italia durante el Renacimiento. Esto gracias a la traducción latina de Marsilio Ficino, que vivió entre 1433 y 1499 y fue miembro de la corte de Medici. Ficino publicó trece de los tratados del Corpus Heermeticum en una colección en el año 1471.
Los ejemplos más famosos del Corpus Hermeticum fueron producidos en los idiomas griego, copto, siríaco, árabe, armenio y bizantino. El ejemplo más conocido es la Tabla de Esmeralda, encontrada en los manuscritos medievales latinos y árabes. con una posible fuente siríaca.
Por su parte, la Biblioteca Nag Hammadi, también contiene un texto hermético previamente desconocido el “The Ogdoad and the Ennead”.
Traducciones conocidas de los textos
A lo largo de la historia los textos del Corpus Hermeticum ha sido traducidos varias veces. La traducción que realizó John Everard en Londres en el año 1650 al inglés fue históricamente importante y recibió el título: “The Divine Pymander in XVII books”. Everard se basó en la traducción latina de Marsilio Ficino. No obstante, la mayoría de los eruditos ya no la consideran confiable y prefieren otras traducciones más modernas.
Los textos modernos que se usan en la actualidad son los traducidos en la edición Budé de AD Nock y A.-J. Festugière al griego y al francés en 1946, y Brian P. Copenhaver al inglés en 1992.