A lo largo de la historia, los seres humanos hemos querido tener las respuestas de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor. Desde el hombre primitivo hasta nuestros días, desvelar los misterios del mundo y más allá, ha sido una meta.
Es por ello que, ante situaciones o fenómenos que no logramos explicar, se abren paso las creencias en poderes sobrehumanos y religiones que intentan dar una respuesta, que además sirva de patrón a cómo debemos seguir nuestras vidas.
Estas creencias han evolucionado con nosotros, hasta convertirse en las religiones que el día de hoy rigen el mundo.
A continuación, detallaremos un poco más sobre una de las creencias más primitivas de las que se conoce, el animismo.
¿Qué es el animismo?
En primer lugar, es necesario indicar que la noción de animismo comprende una variedad de creencias. Según las mismas, los elementos propios de la naturaleza, tales como árboles, animales o ríos y objetos, sean éstos cotidianos o especiales, se encuentran dotados de alma o consciencia propia.
En tales casos, se cree en la existencia de una fuerza vital que se encuentra en los seres animados o no. Esta fuerza, permite una relación entre el mundo de los vivos y el de los muertos.
Por su parte, esta creencia es considerada por los expertos como una religión primitiva que da inicio a las religiones modernas. En la misma, el hombre primitivo no conocía la separación entre lo material y lo espiritual. También señalan que los primeros hombres recurrieron a estas creencias, en busca de explicación a fenómenos de la naturaleza que no lograban comprender.
Independientemente de la razón por la que se iniciaron estas creencias, se arraigaron profundamente en la humanidad.
Sus seguidores, suponen que estos espíritus que ocupan los objetos o la naturaleza, pueden generar el bien o el mal. El resultado dependerá del comportamiento de sus partidarios, quienes a través de elaborados rituales podrán adorarlos, apaciguarlos o protegerse de ellos.
Esta práctica ha glorificado la magia, los hechizos, los amuletos, las supersticiones y cualquier forma que represente protección de los espíritus positivos o buenos frente a los espíritus negativos.
¿Dónde se originó el animismo?
Gracias a la arqueología y la antropología, se ha logrado rastrear el origen del animismo principalmente en culturas indígenas de África, al sur del Sáhara. No obstante, se ha evidenciado su presencia en otros lugares como Oceanía, Australia, centro y sureste de Asia y finalmente América.
Principios y características del animismo
La existencia de una fuerza vital que alberga en todos los seres, genera una serie de creencias, propias del animismo, tales como:
Un entorno consciente
En el animismo, existe una fuerte relación entre el ser humano y todos los elementos del mundo terrenal. A estos elementos se le atribuyen aspectos espirituales y se les concibe como a una sola familia.
Así, se pueden encontrar grupos indígenas que consideran a la tierra como su madre, siendo ellos sus guardianes.
De igual modo, objetos inanimados para otras creencias, tales como montañas, rocas o mares son personificados como seres poseedores de vida.
Después de la muerte
Los animistas creen en la existencia del alma, la cual sobrevive a la muerte del cuerpo.
Se cree que el alma irá a un lugar tranquilo con abundancia para su estadía. Otras corrientes, consideran que el alma permanece en la tierra como fantasma y se puede tornar malvada.
Por su parte, algunos afirman que el alma deja el plano terrenal y, en caso de no hacerlo, vagará sin rumbo en forma de fantasma, pudiendo tornarse en un fantasma malvado.
Consecuencia de lo anterior, a los fines de generar una conexión entre el mundo de los vivos y los muertos, se realizan funerales, donde los ancestros juegan un papel importante, siendo adorados por sus descendientes y su grupo familiar.
Algunos de estos rituales, son realizados por líderes espirituales o chamanes, quienes están dotados de poderes espirituales.
Asimismo, se realizan actividades como ofrenda de alimentos a los ancestros. Algunos ofrendan derramamiento de sangre sobre la tumba o sacrificios de animales.
Estas prácticas tienen la intención de consolar al ser que ha fallecido. También sirven para apaciguar su alma, en caso que haya sufrido una muerte violenta.
Sueños y trances
Los sueños tienen especial relevancia para el animismo, pues son vistos como experiencias extrasensoriales. En este sentido, se suele relacionar a los sueños con los estados de trance, ya que se piensa que las visiones en trance permiten potenciar la interpretación de los sueños.
Interpretación del futuro
Entre las prácticas animistas es muy común encontrar aquellas relacionadas con conocer el futuro, mediante la realización de rituales y técnicas conducidos por personas sagradas.
Este conocimiento se logra con la lectura e interpretación de ciertas situaciones como el vuelo de las aves, el sonido de los truenos, la alineación de las estrellas, aparición de cometas, accidentes, muertes repentinas, interpretación de los sueños, entre otros.
La concepción de la muerte
Esta concepción variará dependiendo de la cultura. Así, encontramos que para muchas culturas alrededor del mundo, el cuerpo humano es apreciado como un mero recipiente del alma.
Otros afirman que el espíritu, frecuentemente se encuentra en el lugar de la muerte o donde ha sido enterrado el cuerpo.
También existen culturas que consideran que en el ser humano coexisten varias almas. Así, una queda en el cadáver, otra en su pueblo, una tercera se propaga con el aire y la última va a la tierra de las almas.
Personas sagradas del animismo
Dentro de esta práctica religiosa, hay un conjunto de personas consideradas sagradas. Entre ellas se pueden mencionar a las brujas, quienes pueden usar sus poderes para generar el bien o el mal.
También a los Chamanes o hechiceros, tienen la capacidad para curar enfermedades y pueden ser los escoltas de las almas en su viaje al más allá.
¿Qué deidades existen en el animismo?
En un principio, el animismo establece la existencia de un Dios, que por circunstancias diversas se ha alejado de los hombres. En su lugar, habría encomendado los asuntos humanos a dioses inferiores, quienes son temperamentales y desprovistos de emociones hacia los seres humanos.
Asimismo, estos dioses de menor rango eran deidades locales o familiares, es decir, cada familia, clan o pueblo era ligado a un dios particular. Por estas características, esa familia, clan o pueblo, debían mantener en calma a sus dioses a través de ofrendas y ritos.
Por todo lo anterior, el animismo plantea que fenómenos como sequías, enfermedades o muertes son controladas por estos dioses. Así, en la medida en que fuesen realizados los ritos adecuados, tanto a dioses como ancestros, enviarían recompensas o castigos a las personas.
