Hemos visto en artículos anteriores cómo la antropología es una ciencia holística, en tanto en cuanto aborda el conocimiento del hombre desde cada una de las aristas o facetas que lo definen. Dada la generalidad implícita en el concepto de antropología, la ciencia se ha dividido y especializado, de forma tal que cada una de esas aristas de la naturaleza humana se ha convertido en una rama de la antropología.
Insistimos en su carácter transversal, ya que todas y cada una de las ramas de la antropología bebe y necesita al resto. Por lo tanto, aun cuando abordemos en este texto cuáles son las ramas de la antropología, no podemos dejar de lado que todas ellas están conectadas por el sujeto objeto de estudio: el hombre.
Antropología cultural
Probablemente sea la más conocida de las ramas de la Antropología; y la que más confusión crea en cuanto a disciplinas tangenciales.
La antropología cultural aborda el conocimiento de las manifestaciones culturales del hombre. Esto es, el antropólogo cultural estudia los mitos, las creencias, las ceremonias, costumbres, desarrollo cultural musical, expresivo y artístico, y las tradiciones del hombre desde la óptica de la cultura, incluyendo en este ámbito elementos complementarios a ellas como el hábito, el comportamiento, los códigos de conducta social e individual o la alimentación.
A menudo se confunde la antropología cultural con el folklore y la etnografía. Ambas forman parte de la antropología cultural, pero solo son una parte, no un todo.
Como ciencia, la antropología cultural estudia la cultura humana en el presente y en el pasado, o lo que es lo mismo, aborda el conocimiento del hombre actual desde la perspectiva de su desarrollo individual y social a través de una cultura común (social) y personal (como individuo).
Y es que como seres humanos somos el resultado de una cultura en evolución, en el tiempo, en el espacio, y en el entorno social en el que nos desarrollamos y vivimos.
Este conocimiento, asimismo, bebe de otras disciplinas asociadas a la antropología como son:
- La etnografía y la etnología
- La arqueología
- La lingüística
Del mismo modo, la cultura, entendida esta en su sentido más amplio, marca el tipo de alimentación que consume una sociedad, cuáles son los símbolos y creencias que dicha sociedad defiende y expresa (a través del arte, la comunicación, e incluso la ropa que utiliza).
Parte de esta naturaleza del hombre como individuo y como parte de una sociedad, depende de la capacidad educacional (transmitir conocimiento) del hombre; en lo cual tiene mucho que ver su capacidad cognitiva, que a su vez depende de factores biológicos, sociales, culturales, y alimenticios.
La antropología cultural sería imposible de comprender completamente sin la concurrencia y desarrollo de la siguiente rama de la antropología que vamos a ver.
La antropología social
Para muchos, la antropología social no puede existir sin la antropología cultural, y a la inversa: sin antropología social es imposible estudiar la antropología cultural.
Si bien esta concepción parte de una premisa cierta, puesto que ambos son dos elementos constructores de la realidad del hombre como ser vivo, es factible abordar ambas de forma individual.
Así, la antropología social aborda el desarrollo humano, individual y grupal, a nivel de sociedades. En efecto, bebe directamente de lo cultural, que es donde radica la base social del hombre, pero solo la antropología social nos ayuda a aprehender sobre las relaciones humanas.
El antropólogo social estudia los grupos humanos desde su cultura (antropología cultural) y sus estructuras sociales (antropología organizacional).
Para que sea más fácil comprender esta disciplina científica, veamos cuáles son algunos de los temas que interesan a un antropólogo social:
- Cómo se adapta el hombre en sociedad a los cambios ecológicos del medio
- Cuáles son las normas y valores individuales y sociales por las que se rige un grupo humano
- En qué se diferencias un campesino de un agente de bolsa y cómo influye esto en su evolución personal y social
La antropología organizacional
El hombre es un ser social; necesita de la sociedad para su desarrollo pleno. Su acción sobre esta no se produce directamente sobre todo el ente, sino en los diversos grupos sociales de los que forma parte.
Estos grupos sociales conforman estructuras, organizadas o no. Su estudio es el eje central de un antropólogo organizacional.
¿Cómo es la cultura organizativa de un grupo determinado? ¿Qué clima de relaciones humanas se establecen entre sus miembros? ¿Cuáles son las dinámicas? ¿Existen rituales comunes a organizaciones con características similares?
Es más, todas y cada una de las empresas y organizaciones, en mayor o menor medida, aplican el conocimiento que aporta la antropología organizacional, ya sea en la gestión de los recursos humanos de la empresa, o en el área de marketing y publicidad.
>> Interesante lectura: Thick Data o por qué Netflix contrata antropólogos
>> Y si tienes un cierto nivel de inglés, la fuente original de la información, que os ayudará a comprender el alcance real del trabajo de un antropólogo.
Antropología política
Intrínsecamente relacionada con la antropología social y organizacional, enfoca su estudio sobre el poder y las relaciones entre estructuras organizacionales y cultura canalizadas a través de las ideas políticas y las formas de organización política del hombre en sociedad.
Dado su interés por los procesos políticos más detallistas, en los últimos años los estudiosos de las Ciencias Políticas están recuperando su interés por esta rama de la antropología.
Antropología económica
Dentro de una organización social, existe una forma vida, basada en la cultura y en la influencia del entorno. Para que esta sociedad se desarrolle, genera Economía. La antropología económica estudia los procesos económicos que crea cada grupo social, y cómo éstos influyen y se ven influenciados por la cultura, la organización y las dinámicas sociales.
Así las cosas, la economía antropológica (o antropología económica) aplica los métodos de observación etnográficos para interpretar cómo las diversas sociedades humanas, en el presente y en el pasado, han creado, aplicado y definido ideas y modelos económicos.
De nuevo nos encontramos con una rama de la antropología que es transversal al resto, y, al mismo tiempo, absorbe conocimiento y dinámicas de otras áreas de conocimiento.
Antropología del trabajo
Para muchos humanistas, la antropología del trabajo forma una subespecialidad de la antropología económica. Rama independiente o rama derivada, los antropólogos del trabajo estudian cómo los factores culturales y las dinámicas económicas marcan la relación del hombre con el nacimiento de puestos de trabajo.
Este conocimiento se aplica tanto en el ámbito de ciencia más pura como en el ámbito empresarial. No en vano, la antropología del trabajo analiza cuáles son las condiciones (culturales, económicas, sociales) en las que surge el trabajo.
Pero para comprender más en profundidad el alcance de la interrelación de estas disciplinas de la Antropología, veamos la siguiente rama de la antropología.
Antropología del consumo
¿Toma el hombre decisiones de compra y consumo de forma racional? ¿Acaso no influye su círculo más cercano, la formación cultural que tiene o sus propias expectativas?
Toda vez que se comprende cómo consume el usuario, se puede ofrecer no solo el producto o servicio que requiere, sino el mensaje más persuasivo para convencerlo a tomar la decisión de consumo.
Retoma los enlaces que hemos indicado anteriormente sobre cómo Netflix utiliza la antropología para tomar decisiones estratégicas como empresa.
La nota predominante en cómo las grandes corporaciones digitales han construido su imperio radica en comprender cuál es la relación entre consumo, motivación, identidad, cultura y sociedad. No en vano, a la antropología de consumo también se la conoce en el mundo anglosajón como etnomarketing.
Antropología de género
Dicha rama de la antropología se especializa en el estudio del género, los roles que se establecen entre ellos, y las consecuencias de las relaciones entre los géneros y los géneros entre sí.
A día de hoy, se trata de una disciplina popular pero al mismo tiempo, simplificada, ya que es bastión de argumentario de grupos feministas, obviando con esta perspectiva que se excluyen ámbitos humanos (el género contrario) necesarios para comprender y avanzar.
Antropología ecológica
La antropología ecológica (entendida como antropología ambiental) estudia la relación simbiótica entre hombre y medio físico en el que vive. Dentro de esta ciencia, se estudian y aplican disciplinas como la Geografía, la Biología y las Ciencias Ambientales.
Antropología biológica
Para comprender al hombre tal y como lo conocemos, y su evolución desde el pasado, se requiere de científicos que estudien desde el punto de vista biológico a las poblaciones humanas. Se alimenta de ramas puramente biológicas como la etología o la primatología, además de ser sustento clave para la antropología evolutiva y la arqueología.
Antropología evolutiva
Las poblaciones humanas han evolucionado desde formas primitivas a lo que hoy conocemos como el ser humano. La antropología evolutiva estudia precisamente esa evolución desde todas las aristas de la naturaleza humana: evolución biológica y evolución social y cultural.
Antropología del lenguaje o antropología lingüística
El lenguaje, si bien forma parte de la biología del hombre, y conforma su capacidad de expresión y adquisición de nuevos conocimientos, tiene la suficiente entidad y complejidad para erigirse como una rama de la Antropología.
Su área de estudio se especializa en cómo surge el lenguaje, cómo éste forma dialectos según la distribución geográficas de poblaciones emparentadas, cuál es la relación entre lenguaje y aprendizaje, y, por extensión, desarrollo del cerebro y la inteligencia.
¿Es la arqueología una rama de antropología?
Sí y no. Más bien se trata de una ciencia dependiente de la Antropología. De hecho, la arqueología bebe de múltiples ramas de la antropología, especialmente de la antropología cultural, en tanto en cuanto su estudio se centra en analizar y comprender la cultura material que encuentra. Y para ello necesita, irremediablemente, del conocimiento que aporta la Antropología a través de cada una de sus ramas.
Como hemos indicado al inicio de este artículo, las ramas de la antropología surgen de la necesidad de conocer en profundidad la naturaleza del ser humano. Dada su complejidad, tratar de alcanzar este conocimiento de forma global podría llevarnos varias vidas humanas. Por ello, los científicos antropólogos han segmentado cada área de conocimiento del hombre en una rama de la antropología.
Cada una de ellas por separado aporta conocimiento sobre una parte del hombre. Solo unificando la aportación de todas ellas sobre un mismo tema, podremos aproximarnos mínimamente al concepto en sí desde el punto de vista del hombre.