Utopía, el sueño de una sociedad perfecta

Conoce qué es una utopía y en qué casos aplica este término

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utopia

Generalmente el ser humano, de manera individual o en sociedad, idealiza un entorno creado a la perfección a tal punto que no resulta creíble. Así, Tomás Moro denominó a esta ficción, utopía.

Si bien esta terminología fue acuñada durante el siglo XVI, su contenido existe desde el inicio de la humanidad. Y es que aun sin percatarlo, el ser humano y la sociedad han evolucionado ante el instinto de conseguir o lograr un mundo perfecto.

¿Qué es la utopía?

Conceptualizar el término utopía en general conlleva a visualizar cualquier situación imaginada de manera ideal, es decir, es la idealización de un supuesto imaginario que cumple perfectamente con todos los requerimientos, necesidades o expectativas de quien la idealiza.

Por su parte, bajo una visión social, se utiliza para aludir a una sociedad favorable en todos los niveles, esto es: economía, salud, recreación, tecnología y demás políticas públicas. En este supuesto social, el término también suele emplearse de una manera despectiva ante la evidente fantasía.

Finalidad de la Utopía

La utopía no solo es un concepto que identifica una situación, sino que su contenido va más allá y abarca ciertos objetivos. Entre estos destacan:

Orientar

La idealización de una sociedad políticamente perfecta puede resultar irrealizable y hasta absurda. No obstante, la misma puede servir de marco referencial o de dirección para implementar proyectos o reformas en programas de políticas públicas, con lo cual resulta de utilidad.

Valorar

Muchas obras literarias se sustentan en la utopía. Las mismas versan sobre historias ficticias que procuran agrupar esperanzas o sueños de una sociedad o comunidad en general, y más aún, los del ser humano en sentido individual.

Construir

La visión constructiva o crítica de la utopía permite trazar metas, establecer límites y prever los obstáculos. Por tal razón, la utopía inicia con un punto cierto del presente e idealiza hacia el futuro, fortaleciendo lo favorable y cambiando o eliminando lo negativo.

Alentar

En general, plantearse una situación utópica no solo es incontrolable, sino que puede resultar necesario, pues es un mecanismo del hombre para sentir que hay esperanza, que se puede soñar y que probablemente ese sueño se pueda cumplir.

Casos en los que se habla de una utopía

La utopía camina paralelamente con la construcción de los valores, y aunque no se contemple directamente, no deja de estar presente como una guía moral sobre lo que debe ser.

De tal manera, cuando se habla de igualdad, paz, justicia, solidaridad, felicidad, libertad, entre otros, inevitablemente se incluye la utopía. En este caso, la sociedad procura que estos valores alcancen la mayor perfección para un mundo mejor, siendo esto parte de esa necesidad utópica.

Utopías famosas asociadas a la humanidad

Como ya hemos mencionado, el término como tal fue elaborado por Tomás Moro; no obstante, mucho antes del propio término, ya se iban elaborando casos famosos de utopías, tales como:

La República Platónica

Una utopía mundialmente reconocida es el modelo de sociedad pensado por Platón, relatado en la reconocida obra “República”.  Allí, se tratan los elementos que lograrían un Estado idealmente justo, con la construcción de unas clases funcionales, sustentadas en una justicia impecable y en un bienestar social absolutamente igualitario.

La ciudad de Dios

Está relacionada con la utopía religiosa. Es una obra de San Agustín de Hipona, conforme a la cual, con una visión cristiana, existe una ciudad espiritual creada por Dios donde solo prolifera el amor, la paz, la igualdad, pero que existe inevitablemente dentro de una ciudad pecadora.

El comunismo

Uno de los objetivos primarios de la tesis socialista es la construcción de un comunismo o socialismo utópico, como estado ideal. Si bien el término comunismo suele ser empleado para referirse al socialismo de corte industrial, lo cierto es que estrictamente hablando el comunismo es el estado o nivel superior al socialismo, donde ya no existen clases sociales dominantes ni un Estado regente.

La diferencia con las anteriores utopías es que este socialismo utópico fue diseñado para su ejecución, lo cual pasó en cierta medida a una realidad, como fue destacado por Friedrich Engels en la obra “Del socialismo utópico al socialismo científico”.

La utopía en la actualidad

Actualmente la utopía no ha cesado, lo cual resultará imposible mientras exista el hombre y su capacidad de soñar. Al contrario, para algunos ha evolucionado, mientras que para otros la utopía ha nacido con la modernidad, con una connotación de rebelión y reflexión ante los escenarios reales.

Así, la utopía se refleja de manera dinámica en distintos escenarios, como:

Tecnología

En este campo, se habla de tecnoutopías o tecnoutopismo, siendo ideologías que sostienen que los avances tecnológicos o científicos conllevarán a una utopía o solo a cumplir ciertos ideales utópicos.

El transhumanismo es un movimiento que se incluye en la discusión sobre las posibles mejoras utópicas del ser humano, lo cual llevará a un estado ideal de bienestar, donde el hombre haya logrado superar todos sus impedimentos físicos.

Economía

Hoy día las utopías modernas en el nivel económico superan las discusiones sobre la distribución igualitaria de las riquezas, propias del socialismo o comunismo, pues se agregan las utopías del capitalismo o libre mercado, entre otras.

Así, las utopías económicas de ciertos sectores tienden a lograr una participación mínima del Estado en las funciones del mercado, lo cual permite una sociedad “ideal” donde cada quién se dedique a la actividad de su preferencia y reciba los frutos o beneficios de tal participación, sin que se deba estar sujeto a regulación alguna.

Religión

Las utopías religiosas siguen en la era contemporánea, pero ajustadas a las nuevas exigencias de la humanidad. Es claro que los fines religiosos de lograr llegar al cielo o paraíso, son una constante utópica; sin embargo, las religiones se decantan cada vez más por promulgar la idea de una sociedad libre de pecados, más justa e igualitaria. Es decir, a construir un verdadero paraíso terrenal.

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