Saber cómo vivieron nuestros antepasados prehistóricos, cómo lograron tantas hazañas y descubrir sus creencias, siempre nos ha fascinado. Por ello, muchos se dedican a descubrir estos antiguos misterios e interpretan de formas muy diversas los hallazgos realizados.
Sin embargo, existen explicaciones más llamativas que otras, que suelen basarse en evidencia no comprobada científicamente. Una de éstas, es la que relaciona a los extraterrestres con algunas obras rupestres.
¿Qué es el arte rupestre?
Las cavernas o cuevas, se han convertido en testigos de la evolución de la humanidad, desde los primeros homínidos hasta nuestros días. Pues en ellas, nuestros antepasados no sólo se refugiaron de las inclemencias del ambiente y las usaron como depósito de provisiones, sino que plasmaron su paso por el mundo. Esto último lo hicieron a través del arte, ya que son numerosas las cavidades alrededor del mundo en las que se han descubierto diversos dibujos, que muestran escenas de caza, animales, simples trazos y figuras humanas o humanoides, que datan de miles de años de antigüedad.
Estas obras, son la evidencia de que quienes habitaron la tierra hace tanto tiempo, no sólo tenían la capacidad de organizarse, cazar y manifestar creencias, sino que deseaban dejar una huella. No obstante, lograr interpretar estos dibujos no es tarea sencilla, requiere mucha investigación y de una que otra pizca de suerte para conseguir más evidencia arqueológica que le dé sustento a suposiciones.
Extraterrestres en el arte rupestre
Tal como se señalara, estos hallazgos están sujetos a toda clase de interpretaciones, pues al no contar con el artista o algún otro registro, resulta imposible saber con certeza lo que quiso o no transmitir con su arte. En este sentido, los expertos tales como arqueólogos y antropólogos, realizan investigaciones profundas sobre las posibles condiciones de vida, creencias y costumbre de estos antiguos habitantes y así dar con una lectura más o menos cercana a la intención original.
Pese a lo anterior, hay quienes se aventuran a establecer sus propias hipótesis basadas en semejanzas con algún elemento de la cultura popular o dando su propia visión a leyendas, así como su relación con este arte prehistórico.
Es así como, después de anunciarse el descubrimiento de alguna de estas obras prehistóricas, y al realizarse la publicación de las mismas, muchos vean retratados seres parecidos a extraterrestres. De esta manera, se ha insinuado que el hombre de las cavernas fue visitado por seres de otro planeta o las pinturas mismas fueron elaboradas por entidades de otro mundo.
Pinturas de Tassili N’Ajjer y el Gran Dios Marciano
Al sudeste de Argelia, en pleno desierto del Sahara, se ubica Tassili N’Ajjer, una meseta montañosa, cuyo nombre significa “la meseta de los ríos”, pues posee las mayores reservas de agua de la zona. En esta formación rocosa, se han localizado más de 15.000 pinturas prehistóricas, con una data de al menos 7.000 años, esto la convierte, hasta los momentos, en una de las muestras de arte rupestre más grandes de las que se tenga noticia.
Lo que más impresiona de estas representaciones prehistóricas, son las raras figuras de tipo humanoide, cabezas redondeadas y enormes. Con estas características, una de estas formas se ganó el nombre de “el Gran Dios Marciano”, ya que parecía evocar a un ser gigante con un traje espacial y casco.
Por supuesto, las teorías acerca de la visita de “astronautas antiguos” o extraterrestres no se hicieron esperar. Por lo que muchos tienen la firme convicción de que quienes hicieron las pinturas vieron a esos seres de otro planeta y los representaron.
Cueva de Kimberly
La cueva de Kimberley, ubicada al noroeste de Australia, alberga poco más de un centenar de pinturas. En esta oportunidad, vuelven a captar la atención las representaciones de enormes humanoides, que los aborígenes denominan wandjina, seres a los que le atribuyen la creación del mundo.
Según la tradición aborigen, los wandjina crearon la lluvia, los ríos y se dedicaron a construir las montañas, pues nada de esto existía porque la tierra era una masa blanda sin forma. Posteriormente, crearon a los hombres a los que llamaron gyorn gyorn y a los que enseñaron a pescar, cazar, elaborar armas y cómo usarlas, así como, les mostraron sus leyes y ceremonias.
Al terminar sus lecciones, algunos wandjina retornaron a la Vía Láctea, mientras otros decidieron quedarse entre las rocas, para vigilar la evolución de su creación. Lo curioso es que al atravesar las rocas, dejaron en su superficie sus autorretratos, con una especie de aureola alrededor de sus cabezas, para que su presencia no fuera olvidada por los humanos.
Para los aborígenes de Australia, estas cuevas y sus representaciones son sagradas y fiel referencia de su tradición. Sin embargo, más que ver una leyenda, existen quienes sostienen que podrían tratarse de seres desconocidos, con rasgos caucásicos que habrían llegado a Australia hace 60.000 mil años. Además, contactaron a estas tribus aborígenes y transmitieron su sabiduría.
El arte de Tanzania
En la reserva de caza de Swaga Swaga, se hallaron pinturas cuya data aún no se determina con exactitud. Las mismas muestran figuras con cierta similitud humanoide, pero con enormes cabezas parecidas a animales.
Al publicarse el hallazgo, no tardaron en aparecer las comparaciones con un personaje de ciencia ficción de la película Alien. Los expertos, por su parte, señalan que las formas se asemejan a la cabeza de búfalos, descartando relación alguna con seres de otros planetas.
La posición de los expertos en pinturas prehistóricas
Desde el punto de vista antropológico y arqueológico, el verdadero significado de estas pinturas tal vez nunca llegue a conocerse. Ello, motivado a que no existe manera de saber qué quisieron representar los autores. Pero con una investigación comprobada de las costumbres del lugar, alguna evidencia arqueológica, entre otros aspectos, facilita la labor.
De esta manera, se podría determinar si estos dibujos representan escenas reales, son producto de la imaginación o son una representación de las creencias de sus autores.
Por otra parte, indican los especialistas, se debe dejar de subestimar las capacidades creativas de las culturas prehistóricas, tanto para generar historias imaginarias, adoraciones a sus dioses o simplemente para expresarse a través del arte. En conclusión, estas obras, a decir de los entendidos en la materia, nada tienen que ver con la intervención de seres de otros planetas, todos son de origen muy humano.