A lo ancho y largo del mundo muchas son las historias de criaturas sobrenaturales, poderosas y especialmente peligrosas para los humanos. Pero pocas alcanzan la difusión y encanto en la totalidad de las culturas como lo han hecho las fantásticas historias de vampiros.
Estos seres que se encuentran a medio camino entre la vida y la muerte, que requieren sangre para saciar su sed, han fascinado durante siglos a muchos.
¿Qué es la upirología?
Precisamente este encanto o atracción a este tipo de historias sobrenaturales, ha generado que muchas personas manifiesten su interés por todo el tema vampírico. Es así como, el estudio de todos los elementos que componen el vampirismo, es decir, la historia, los mitos, las diferentes maneras de representación cultural, el punto de vista antropológico, artístico y hasta clínico, se le denomina upirología.
El inicio del mito vampírico
Actualmente se podría creer que toda esta cultura vampírica, y su consecuente fascinación, se deben a la propagación de libros, series de tv y superproducciones de la gran pantalla. Sin embargo, lo cierto es que su origen es mucho más lejano, en verdaderas creencias de diversos grupos humanos a lo largo de la historia.
Ahora bien, en ocasiones, el vampiro ha sido retratado como alguien despiadado, pero romántico y sensual. Un ser solitario e inmortal, adicto a la sangre. Esta idea tal vez consiga sus orígenes en los atributos descritos en la célebre obra del novelista Bram Stoker, Drácula. Personaje éste inspirado en el temible y real Vlad Draculea o Vlad Tepes, así como en las antiguas leyendas europeas.
Por su parte, esta concepción romántica no ha sido uniforme a lo largo de la historia. Así, los expertos en antropología sugieren que el mito del vampiro como lo conocemos hoy, deriva de un antiguo y arraigado temor a los bajos instintos del ser humano. Esto combinado con las supersticiones, especialmente aquellas en las que la sangre es fuente de poder, además del temor a la enfermedad y a la muerte, así como el deseo subyacente a la inmortalidad, son el coctel perfecto para crear a estas míticas criaturas de la oscuridad.
Por otra parte, este tipo de historias aumentaron en Europa, tras la necesidad de explicar las epidemias de aquellas épocas, para las cuales la ciencia no tenía explicaciones.
Vampiro según las antiguas culturas
Tal como se señalara, la idea de un ser chupasangre no es reciente, por el contrario data de siglos atrás. Sin embargo, para cada cultura la representación de este misterioso ente ha sido diferente. Así encontramos que, esta criatura puede tratarse de un demonio para las culturas aborígenes de América, aunque el arquetipo más popular sea de origen eslavo, o sea, el humano convertido después de su muerte.
De igual manera, ya en la antigua China se relataban historias sobre unas criaturas llamadas Ch’Iang Shih, que se originan por el salto de un gato sobre un cadáver. Según la creencia oriental, éstos eran seres completamente ciegos y pálidos que mataban con su respiración venenosa y tomaban la sangre de sus víctimas, asimismo su mordida convertiría a una persona en uno de ellos.
Pero la historia es mucho más antigua que lo relatado por la cultura China. Así tenemos que los egipcios indicaban que la diosa Sejmet, hija de Ra en el Antiguo Egipto, castigaba a los hombres, solo fue apaciguada con un brebaje que asemejaba a la sangre que gustaba beber. Mientras que para los árabes, aquellos que habían sufrido una muerte violenta se convertían en guls, quienes poseían características de vampiros y podían cambiar de forma.
En el caso de la tradición judía, la referencia de este tipo de criaturas es Lilith, quien fuera la primera mujer de Adán. Se decía que esta mujer se alimentaba de la sangre de niños no circundados.
En la India, Baital es la representación de un vampiro, con su forma mitad hombre, mitad murciélago. En tanto que en América, se cree en la existencia del Pihuychen que ataca a animales y personas.
En el mundo occidental
En Europa, específicamente en Roma y Grecia, se hablaba de Lamia, una hermosa mujer maldecida por la diosa Hera, quien se transformó en una suerte de vampiresa, con apariencia mitad humano mitad serpiente. Esta figura gustaba de devorar a jóvenes y niños y tenía un gusto especial por comer sus carnes y beber su sangre.
Vampirismo y los personajes históricos
Las historias de seres capaces de matar y beber la sangre de sus víctimas son bastante antiguas. No obstante, es en la Edad Media cuando los mitos comienzan a ser bastante cercanos a la población, pues ya no se trataban de dioses, demonios o espíritus, sino que se empezó a relacionar a personas reales con prácticas vampíricas.
Vlad Draculea
Así encontramos al gran inspirador del Drácula de Bram Stoker, Vlad Draculea, también conocido con el nombre de Vlad Tepes (el empalador). Se trataba de un noble rumano, que luchó contra los otomanos. Sin embargo, fue reconocido por la crueldad con la que acababa a sus enemigos, en el que su método favorito era el empalamiento.
Sobre él se extendieron gran cantidad de historias en cuanto a las formas crueles en las que mataba a sus víctimas y se servía de su sangre. Estos datos no han podido ser comprobados históricamente, pero se creó en torno a su figura una gran leyenda vampírica.
Condesa Erzsébet Báthory
Conocida como «La Condesa Sangrienta«, vivió entre el 1560 y el 1614 siendo la inspiración para crear a la protagonista de Carmilla. Erzsébet fue una bella e importante aristócrata húngara, acusada de secuestrar a jóvenes vírgenes, algunas de la nobleza y otras campesinas.
Según las acusaciones, se encargaba de torturarlas y desangrarlas hasta morir. La sangre la usaba en baños y la bebía en sus rituales de magia negra, para conservarse bella y lozana. Finalmente, este personaje vampírico sería juzgada y condenada a ser emparedada.
Ahora bien, estas acusaciones, sobre magia negra y el uso que daba a la sangre de las víctimas no pudieron ser probadas, además eran acusaciones bastante comunes por aquellos tiempos.
Gilles de Rais
Aristócrata francés del siglo XV, que fue acusado de torturar y matar niños durante 8 años hasta que fue capturado y posteriormente ejecutado. Este personaje, quien probablemente padecía esquizofrenia, se hacia rodear por una corte de hechiceros, brujos y alquimistas, en ceremonias para adorar a Satanás. En tales ceremonias, torturaban y degollaban a niños como ofrendas.
Vampirismo clínico. La ciencia en lo vampírico
Otra rama que no ha escapado del tema vampírico ha sido el de la psiquiatría. Esta ciencia acuñó el término vampirismo clínico, para nombrar a un trastorno mental, asociada con una necesidad compulsiva de ver, sentir o ingerir sangre. Así, quien padece este trastorno por lo general tiene la creencia de ser un vampiro.
Vampirismo energético o emocional en la upirología
Es probable que hayamos estado en contacto con una persona en particular, que con su solo contacto, podemos sentirnos agotados, deprimidos, agobiados y pesimistas. Incluso, podemos llegar a manifestar dolores físicos (por lo general de cabeza), mientras que esa otra persona está más enérgica y hasta de un buen estado de ánimo. Cuando esto ocurre, podemos estar ante un vampiro emocional o energético.
Esta ha sido la concepción más actual sobre el robo de energía vital, sólo que ya no se entiende de una forma literal como es la sangre, sino para referirse a personas que sólo absorben la energía de otros para su beneficio.
Analizar todos estos tópicos y mucho más es de lo que se encarga en esencia la upirología. Aunque sea difícil de creer la bibliografía es escasa, por lo que si nos interesa el misterio de estos seres a profundidad habrá que hacer una ardua investigación. ¿Te animas?, quizás podrías llegar a ser un gran maestro upirólogo.’