El ser humano es sin duda un mamífero bastante particular. No sólo porque tenemos un complejo sistema de comunicación, nos organizamos en sociedades o porque tenemos conciencia de nuestra efímera existencia, entre muchas otras cosas. Pero además, resulta que hasta las enfermedades que nos aquejan nos hacen seres diferentes.
¿Sabía que los ataques al corazón por aterosclerosis prácticamente es sólo cosa de humanos? Veamos.
¿Qué es la aterosclerosis?
Iniciemos por conocer un poco más de esta afección, para entender mejor porque nos afecta más a los humanos. Encontramos que, la acumulación de grasas y otras sustancias como el colesterol dentro de las arterias y sus paredes, es lo que se conoce con el nombre de ateroesclerosis.
Esta acumulación, que recibe el nombre de placa, puede ocasionar el estrechamiento de las arterias trayendo como consecuencia la obstrucción del flujo sanguíneo o la formación de coágulos de sangre. Por lo general, es considerado un problema cardíaco, aunque en realidad, puede afectar a cualquier arteria.
La aterosclerosis, es la causante de aproximadamente un tercio de las muertes en el mundo. La aparición de esta enfermedad, se le ha atribuido a la existencia de factores de riesgo tales como, el colesterol alto, sedentarismo, edad, hipertensión, sobrepeso y tabaquismo. No obstante, las estadísticas indican que alrededor de un 15% de los casos de enfermedades cardiovasculares relacionados a la aterosclerosis, no se vinculan a estos factores.
Entonces, cabe preguntarse ¿qué hace que aun teniendo una vida activa y saludable exista un porcentaje importante de riesgo de padecer esta afección?
¿Ataques cardíacos sólo en humanos?
Hace ya más de 10 años se empezaron a recabar datos relevantes de la relación existente entre los mamíferos y los ataques cardiacos por aterosclerosis. Los resultados fueron más que reveladores, pues al parecer los seres humanos somos prácticamente los únicos mamíferos que sufren ataques cardíacos debido a la aterosclerosis mientras que otros mamíferos no tienen ese riesgo.
Asimismo, se evidenció que los chimpancés sufrían de algún tipo de mal cardíaco, por una falla del músculo cardíaco, del que aún no se tiene explicación.
¿Cuál es la razón?
Ante estos descubrimientos, un grupo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, San Diego, dirigidos por Nissi Varki autor del estudio antes señalado, ha logrado descubrir que este riesgo de los humanos en sufrir esta enfermedad, se debe a la pérdida de un gen.
Sí, parece que se trata de un rasgo evolutivo. Los estudios indicaron que la carencia o mejor dicho la desactivación de un gen, denominado CMAH y que produce Neu5Gc, una molécula de azúcar de ácido siálico, sería la causa de nuestra predisposición a la aterosclerosis. Este gen se habría desactivado en nuestros antepasados homínidos de hace unos dos millones de años.
¿Qué consecuencias tiene el gen CMAH?
El estudio realizado, consistió en alterar ratones para que al igual que los humanos no produjeran Neu5Gc. De esta manera se evidenció que, los ratones modificados genéticamente mostraron un aumento significativo de casi el doble, en los depósitos e infiltraciones de sustancias grasas en las paredes de las arterias, en comparación con los ratones de control, es decir los que no fueron alterados. Es de destacar que ambos grupos fueron alimentados de la misma manera y bajo iguales condiciones.
Ahora bien, no todo es malo, si bien la desactivación de este gen nos hace más propensos a sufrir ataque cardíacos por aterosclerosis, también es cierto que sin este gen somos capaces de correr largas distancias, aunque también redujo nuestra fertilidad.
¿Cómo prevenir un ataque cardiaco?
Tras estos descubrimientos, los científicos esperan que se realicen más investigaciones que permitan desarrollar nuevos tratamientos y medicinas contra la aterosclerosis o contra cualquier otra enfermedad de tipo cardiovascular.
Mientras eso ocurre, de nuestra parte sólo podemos tratar de llevar una vida saludable para disminuir los riesgos de sufrir una cardiopatía. Para ello, les dejamos algunas recomendaciones:
Alimentación balanceada
Una alimentación sana y balanceada, que involucre todos los grupos alimenticios es fundamental para una vida sana. La misma debe ser baja en grasas, ricas en proteínas y evitar el consumo excesivo de carnes rojas.
Evitar el sedentarismo
Una vida activa será esencial, debemos activar nuestros cuerpos. La realización de cualquier actividad que nos ponga en movimiento hará lo mismo con nuestro corazón, notaremos como la salud en general mejora con sólo hacer un paseo todos los días a paso enérgico.
Chequeo médico
Un factor como la edad, es irremediable pues todos envejeceremos, pero podemos hacer que alcanzar edades maduras no sea un suplicio en cuanto a salud se refiere. Realizar chequeos rutinarios, acudir al médico ante cualquier señal que el cuerpo nos envíe, seguir los tratamientos indicados de ser el caso, buena alimentación y cuidarse del estrés serán medidas que ayudarán mucho.
Se debe vigilar mucho la hipertensión, si se le ha diagnosticado con este mal se deben tomar todas las medidas para mantenerla debidamente controlada.
Cuidado con el sobrepeso y tabaquismo
Asociados con los puntos anteriores, el sobrepeso y el tabaquismo son factores determinantes a la hora de evaluar la salud de cualquier persona. Tratar de evitarlos, será fundamental para que nuestro corazón así como el resto de los órganos funcionen de manera óptima.