La biblia es una fuente de historias que deben ser analizadas para determinar la simbología implícita en sus enseñanzas morales. En este sentido, encontramos anécdotas que procuran explicar de manera simbólica el origen del hombre, la sanción a las conductas reprochables (pecados), así como el nacimiento de tribus que serían los pueblos originarios de la cultura judeocristiana.
Ahora bien, existen muchos elementos que representan verdaderos enigmas y que, todavía en la actualidad, intentan encontrar una explicación sobre qué pudieron ser o qué pudieron haber representado. Uno de ellos es qué es el maná que sirvió de alimento para el éxodo que vivió el pueblo de Israel al ser expulsado de Egipto.
¿Qué es el maná?
Según el libro bíblico del Éxodo, al iniciar el trayecto del pueblo judío durante cuarenta años por el desierto, rumbo a la tierra prometida, no contaban con alimentos suficientes para afrontar su travesía. Por ello, según los relatos bíblicos, Dios se apiadó de ese pueblo errante y les envió bandadas de codornices y un alimento divino que amanecía en forma de rocío durante las mañanas el cual podía ser recolectado, pero solo para el consumo durante ese día, pues si se almacenaba entraba en descomposición.
Así, existen diferentes versiones en los cuales el maná se podía procesar (molido) y hacer pan u hojuelas, que tenía un sabor a miel.
En todo caso, existían límites muy claros sobre la recolección: nadie podía tomar más del equivalente de dos litros, salvo el sexto día, que se podía recoger hasta el doble para comer hasta el días siguiente, ya que el séptimo día estaba prohibido realizar actividad alguna.
Almacenaje en el arca de la alianza
El texto bíblico igualmente señala que una muestra del maná fue almacenada en el Arca de la Alianza para que sirviera de ejemplo a las generaciones venideras de la protección del Dios sobre su pueblo.
Propiedades del maná según la biblia y los midrashes judíos
Este curioso alimento poseía diferentes propiedades. El primero que encontramos es que, si entraba en contacto con el sol, se derretía, por lo cual debía ser recolectado antes del amanecer.
Según otros relatos bíblicos este rocío, al ser recolectados, era blanco como semillas de cilantro y dulce como obleas de miel.
Ahora bien, según algunos midrashes judíos (Torá trasmitido de forma oral), el maná también es mencionado y se comenta que el mismo adquiría el sabor de aquello que la persona desease comer.
Etimología
La palabra maná proviene de la palabra hebrea Man hu: qué significa “¿qué es esto?”, en alusión a lo que decían los hebreos al ver por primera vez el alimento. Sin embargo, esta traducción es imprecisa y realmente se desconoce su verdadera traducción.
Explicación científica sobre qué es el maná
Este punto resulta bastante controversial y, en todo caso, lo que se procura en este punto es un análisis ajeno a las consideraciones religiosas; no obstante, ya la misma consideración puede resultar un contrasentido, toda vez que se procurará dar una explicación científica a un evento de cuya existencia ni siquiera se tiene plena certeza.
El maná es el árbol de tamarisco
Ciertos estudios apuntan a que en realidad el Maná descrito en la biblia es en realidad la resina del árbol de tamarisco, el cual abunda en el Sinaí. En especial por las propiedades de la misma de derretirse bajo el sol y tener un sabor dulce.
No obstante, es de resaltar que si bien resultan muchas las similitudes, no es menos cierto que la mencionada resina tiene un valor nutricional bastante bajo. La misma está compuesta básicamente de azúcar, por lo que sería imposible que esta sea el pan divino descrito en el libro del Éxodo.
¿El maná era un hongo alucinógeno?
El etnobotánico Terence McKenna afirma que en realidad el maná descrito en la biblia se trata del hongo Psilocybe cubensis. Este es un tipo de hongo con propiedades psicotrópicas que, adicionalmente, es inhibidor del apetito.
Según este experto, el principio activo de dicho hongo es utilizado por otras culturas para sus rituales, tales como ocurre con el peyote o la ayahuasca, por lo que, a su decir, sería completamente viable que igualmente lo usaran los israelitas.
No obstante, al igual que ocurre con el supuesto anterior, es de resaltar que el Psilocybe cubensis carece de valor nutricional, por lo que resultaría casi imposible que el mismo sirviera como medio de sustento para un pueblo entero durante cuarenta años.
De igual manera, el consumo de esta sustancia no está documentada en el pueblo israelí en épocas posteriores. Asimismo, cuesta imaginar a un pueblo entero bajo los efectos de un alucinógeno durante décadas.
Una conexión con Jesucristo
Desde un punto de vista religioso, y ya enteramente cristiano, el maná tiene una conexión directa con Jesús de Nazaret, dado que el Maná fue enviado por Dios para salvar a sus hijos del hambre; en tanto que Cristo es dios hecho carne para salvar a sus hijos de los pecados.
De igual manera, en el Evangelio de Juan, encontramos que Cristo dijo:
“Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo”.
Entonces el maná sería una representación del propio Cristo en una época anterior a su encarnación sobre la tierra.
Religión y ciencia en el Maná
Probablemente el maná, al igual que el diluvio o el Jardín del Edén es una metáfora sobre la recompensa que recibe el hombre al mantener su fe o de que el temple siempre rendirá frutos. En todo caso, encontrar una explicación científica a este fenómeno a todas luces resultaría absurdo, pues en todo caso se necesitaría una muestra de Maná para poder afirmar su existencia y poder detenernos a elaborar teorías sobre su composición u origen.
